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Trucos para echar a un inquilino que no paga

El mayor temor de un propietario es cuando llega el momento de que el inquilino no paga. A partir de aquí puede iniciarse un proceso que, de no contar con profesionales expertos en el alquiler de propiedades, puede convertirse en una pesadilla.

En este post vamos a explicarte cómo echar a un inquilino que no paga y cuáles son los trucos más utilizados para que el propietario pueda recuperar su vivienda.

Cómo echar a un inquilino que no paga

La reciente crisis sanitaria que hemos vivido ha incrementado la morosidad y ha provocado las reticencias de los propietarios a alquilar sus viviendas. Los impagos aumentan y es necesario protegerse de manera eficaz a la hora de alquilar una vivienda. Vamos a ver todos los aspectos a tener en cuenta para echar a un inquilino moroso:

Retraso en el pago del alquiler

Si el propietario comprueba que no ha cobrado el mes de alquiler, lo primero que debe hacer es comunicar al inquilino el retraso. Puede que haya habido algún error por parte del banco que el inquilino no sepa. Este primer paso es importante para comprobar si, efectivamente, el inquilino sabe que no ha pagado o todo se trata de un error.

Intentar llegar a acuerdos

Si se confirma el impago y el inquilino ofrece explicaciones y se muestra dispuesto a pagar, la principal recomendación es intentar llegar a un acuerdo para el pago. Se le puede dar alguna facilidad para pagar la renta y tratar de ser comprensivos si hay buena voluntad. En el caso de que la situación se prolongue demasiado tiempo y se acumulen las rentas sin pagar, quizá el acuerdo amistoso ya no sea la mejor opción.

Pero hay que tener en cuenta que iniciar un proceso judicial es costoso si no se cuenta con el apoyo de un profesional de confianza que vele por los intereses del propietario. Aunque las posibilidades de salir victorioso del juicio son bastante altas, la devolución del dinero de las rentas no está asegurada, sobre todo si el inquilino puede demostrar que no paga porque se ha quedado sin empleo o no tiene dinero. Estos procesos suelen alargarse varios meses, de ahí la recomendación de intentar llegar a un acuerdo.

En el caso de que el inquilino se muestre contrario a pagar desde el principio y no haya opción de llegar a ningún acuerdo, no habrá más remedio que demandarle y comenzar con el proceso de desahucio.

Inicio del proceso de desahucio

Para iniciar el proceso de desahucio resulta imprescindible contar con profesionales para realizar los trámites pertinentes. Al presentar la demanda en el juzgado, una vez admitida, el inquilino dispone de 10 días para responder al requerimiento. Estos son los supuestos que podrían ocurrir:

  • El inquilino desaloja la vivienda.
  • Paga las cuentas pendientes.
  • Se opone a la demanda.

Si el inquilino se opone a la demanda habría que ir a juicio y comenzaría un proceso judicial que puede prolongarse en el tiempo.

Proceso judicial

Como hemos dicho, si finalmente hay un proceso judicial, el propietario no tiene asegurada la devolución de las cuotas pendientes. Si se puede probar que el inquilino tiene dinero para pagar, entonces tendrá que devolver todo lo que debe y después deberá irse del inmueble. En caso de que no pueda pagar por falta de liquidez, se procederá al desahucio pero no pagará la deuda.

Si el inquilino no se marcha por su propia voluntad, el desahucio se producirá por la fuerza, es decir, que la policía tendrá que echar al inquilino de la vivienda. En el caso de que haya menores en la vivienda es muy posible que el proceso se alargue bastante, ya que la ley protege al menor para evitar que se quede sin hogar. En estos casos, se espera a que la familia pueda encontrar otra vivienda.

Seguro de impago del alquiler

Hay una manera de evitar cualquier problema que pudiera surgir por el impago de un inquilino y es la contratación de un seguro de impagos. Desde Renta Garantizada recomendamos contratar un seguro que ofrezca las mejores garantías de impago y esté avalado por una compañía líder del mercado, como en nuestro caso, Mapfre. 

Cuando un propietario contrata un seguro de impagos como el que nosotros le ofrecemos, tiene la certeza de que va a cobrar su renta si el inquilino deja de pagarle (hasta un máximo de 12 meses). Además, también cubre todos los gastos del juicio, el procedimiento de desahucio, asesoramiento jurídico y fiscal y cualquier gasto que sea necesario hasta el desalojo del inquilino. Por otro lado, también ofrece protección al propietario con un importe de 3000 € por los posibles destrozos que pudiera haber en la vivienda alquilada durante todo el proceso.

En Renta Garantizada gestionamos tu alquiler desde la selección del inquilino hasta la finalización del contrato y nos encargamos de cualquier incidencia que pudiera haber, incluido el impago si llegara a producirse. No dudes en contactar con nosotros para cualquier duda o consulta, queremos ayudarte a que tengas un alquiler seguro y sin ningún problema.

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