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Todo lo que debe saber sobre la fianza legal y el depósito de garantía
Aspectos legales de un contrato de alquiler
En un contrato de alquiler, cuando arrendador y arrendatario llegan a un acuerdo, se establece una fianza a modo de garantía para llevar a buen término el contrato y cumplirlo en su totalidad. El inquilino debe pagar un mes de renta por adelantado al propietario y éste deberá devolver el importe, si todo está en orden, al término del contrato. De no cumplirse alguna condición del contrato, el propietario tiene pleno derecho a no devolver la fianza o a devolver solo una parte si ha habido daños o perjuicios en cualquier punto del contrato.
Por su parte, el propietario está en la obligación de depositar la fianza en el organismo competente de la comunidad autónoma donde resida. Tiene un plazo de 30 días desde la firma del contrato para hacerlo. En caso de que no lo deposite dentro del plazo fijado, puede sufrir recargos y sanciones económicas.
Hay que tener muy claro que es el propietario y no la agencia inmobiliaria quien dispone y gestiona la fianza desde su depósito al inicio del contrato, hasta su devolución, si procede, a la finalización del mismo. Cuando se resuelve el contrato y se devuelven las llaves, el propietario tiene 30 días para efectuar la devolución de la fianza si todo está correcto. En caso de no hacerlo, el inquilino puede pedir intereses de demora.
Sin embargo, no siempre el propietario tiene que devolver la fianza legal al inquilino. Hay muchos aspectos legales que amparan al propietario en caso de que se vulneren algunos puntos del contrato. Estos son los casos en que el propietario está en su derecho de no devolver la fianza:
Incumplimiento de contrato: El inquilino puede resolver el contrato una vez transcurridos seis meses de la firma, pero debe comunicarlo con al menos 30 días de antelación. Previamente, las partes pueden pactar que en caso de desistimiento por parte del inquilino, el propietario recibiría una mensualidad por cada año que reste de contrato, o si queda menos de un año de contrato la parte proporcional.
Incumplimiento de obligaciones: el propietario tiene el derecho de no devolver al inquilino la parte proporcional de la fianza en caso de impago o deudas acumuladas de cualquier tipo relacionadas con el inmueble (suministros como agua, luz, gas, impuestos, etc).
Daños en la vivienda: si existen desperfectos en el inmueble que deriven de un mal uso de las instalaciones, el propietario puede cubrir los gastos de las reparaciones con la fianza legal depositada al inicio del contrato.
Fianza legal y depósito de garantía
También es importante distinguir entre la fianza legal y el depósito de garantía. Como hemos visto, en el caso de la fianza legal, es la ley quien exige al inquilino entregar al propietario un mes de renta en concepto de fianza y el propietario debe depositarla en el organismo correspondiente de su comunidad autónoma. En todo momento es el propietario el encargado de disponer de la fianza y gestionarla cuando termine el contrato, no la agencia inmobiliaria que haya podido contratar para llevar a cabo cualquier tipo de servicio.
El depósito de garantía, por su parte, supone una garantía adicional de que se cumplirá el contrato de alquiler firmado. Deben estar de acuerdo ambas partes y supone el pago de un mes más de renta aparte de la fianza legal. El importe del depósito de garantía, al igual que el de la fianza, lo recibe y custodia el propietario y su devolución se efectúa a la finalización del contrato de arrendamiento siempre que se cumplan todas las cláusulas acordadas.
Estos son algunos de los aspectos más importantes en relación a la fianza legal y al depósito de garantía (o también llamado depósito adicional), que suelen provocar más dudas a los propietarios a la hora de poner en alquiler su vivienda. En Renta Garantizada estamos a su entera disposición para resolver cualquier duda o consulta que desee hacer al respecto. Nuestra experiencia y conocimiento del sector son el mejor aval posible para que confíe en nosotros.