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Contrato de alquiler entre particulares, ¿cómo se hace?
Muchos propietarios se preguntan cómo hacer un contrato de alquiler entre particulares y si es algo que les beneficia o no. En este post te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre el alquiler de un piso entre particulares y por qué creemos que, si buscas tranquilidad, lo mejor es apostar por un alquiler seguro con Renta Garantizada.
Requisitos mínimos de un contrato de alquiler entre particulares
El principal aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de hacer un contrato de alquiler entre particulares es que el documento debe tener validez legal, por lo que sería recomendable consultar con un abogado, aunque no todo el mundo lo hace y eso puede llevar a sorpresas desagradables a corto y largo plazo.
Lo que sí hay que saber es que aunque no intervenga una gestoría en la redacción del contrato de alquiler, éste debe cumplir una serie de requisitos mínimos para que tenga validez legal. Vamos a verlos:
- El contrato debe estar amparado por la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos).
- El propietario debe depositar la fianza en el organismo oficial designado en cada comunidad autónoma.
- La vivienda debe disponer de un certificado energético.
- Tanto el propietario como el inquilino deben disponer cada uno de su copia del contrato firmada.
Si no se respetara cualquiera de estos puntos el contrato no tendría validez legal y perjudicaría a ambas partes.
Contrato de alquiler entre particulares: ¿cómo se redacta?
Vamos a ver cómo se redactan los contratos de alquiler de vivienda entre particulares. Son cinco los aspectos a tener en cuenta para que el contrato sea legal:
- Deben aparecer los nombres de los particulares, su DNI y dirección.
- Debe reflejarse la fecha y el lugar donde se firmó el contrato.
- En el contrato se reflejará el motivo del contrato, es decir el de arrendamiento.
- Aparecerá la dirección del inmueble que se va a alquiler junto al nombre de su propietario.
- Se reflejarán las distintas cláusulas del contrato que ambas partes firmarán, como por ejemplo la renta mensual, la fianza, la duración, etc.
¿Qué cláusulas deben incluirse en un contrato de arrendamiento entre particulares?
En un contrato se pueden introducir distintas cláusulas para proteger los intereses del propietario o el inquilino y que ambos pueden negociar o incluso eliminar. Sin embargo, hay otras cláusulas que deben aparecer siempre y que las dos partes deben respetar para que no haya ningún problema en lo que dura el contrato de arrendamiento. Son las siguientes:
Renta mensual
En el contrato aparecerá el importe anual que debe satisfacer el arrendatario y la manera de pagarlo (normalmente con rentas mensuales). También se indicará si la renta se va a actualizar año a año en función del IPC y si se ingresará en la cuenta del propietario.
Avales
Si una o varias personas ejercen de avalistas para alquilar la vivienda debe redactarse una cláusula con sus nombres y DNI y describir la responsabilidad de cada uno en caso de que el inquilino no pudiera pagar la renta mensual solicitada.
Depósito de la fianza
Por ley la fianza no puede superar las dos mensualidades de la renta de alquiler, aunque lo habitual y lo mínimo que exige la normativa es depositar un mes de fianza en el organismo oficial indicado. Cada comunidad autónoma tiene uno designado. El propietario tiene la obligación de depositar la fianza en este organismo y debe demostrar que lo ha hecho si el inquilino se lo pide. En caso de que no lo haga, el contrato no se considerará válido y el propietario deberá indemnizar al inquilino.
Duración del contrato
La duración mínima de un contrato es de 5 años según la LAU, aunque prorrogable 3 años más. En el caso de que el inquilino sea una persona jurídica, la duración mínima del contrato sería de 7 años. El inquilino tiene la obligación de cumplir los primeros seis meses de contrato pero después de ese periodo puede marcharse si lo desea avisando con un mes de antelación al propietario. Una cláusula que suele incluirse habitualmente en los contratos de arrendamiento entre particulares es que el propietario reciba una compensación económica en caso de que el inquilino se marche antes de un año.
Gastos del inmueble
En el contrato de arrendamiento también se debe incluir quién paga determinados gastos de la vivienda alquilada, como la cuota de comunidad, por ejemplo. Además, otro tema que origina a menudo conflictos son las reparaciones del inmueble. Mejor llegar a un acuerdo y dejarlo por escrito antes del inicio del contrato.
Uso de la vivienda
En el contrato debe aparecer que el inmueble se utilizará como vivienda habitual, de esta forma, el propietario podrá deducirse el 60% en la declaración de la Renta y el inquilino también puede optar a bonificaciones fiscales.
Como vemos, son muchas las cláusulas que hay que incluir en un contrato de arrendamiento entre particulares. Nuestro consejo es acudir a un profesional para que revise el contrato e incluya las cláusulas que mejor protegen los intereses del propietario. En Renta Garantizada podemos ayudarte con el contrato de alquiler de una vivienda. Contacta con nosotros y cuéntanos tu caso. ¿Hablamos?