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¿Cómo redactar un contrato de alquiler?
Es imprescindible a la hora de establecer una relación de arrendador y arrendatario con todas las garantías de la ley. Una buena opción es acudir a una entidad especializada como Renta Garantizada para la redacción del contrato de alquiler de vivienda. Sin embargo, es bueno que el arrendador conozca con anterioridad cómo debe ser un contrato de arrendamiento. En el post de hoy os contamos los puntos más importantes que se incluyen en estos contratos.
¿Qué partes tiene un contrato de arrendamiento?
En líneas generales, podemos dividir los contratos de alquiler en diferentes apartados. Estos pueden variar porque, al tratarse de un acuerdo entre dos o más partes, éstas pueden establecer términos específicos. Sin embargo, a la hora de elaborar un contrato debemos seguir un esquema concreto.
Reunidos...
Es el primer punto y en él se van a incluir los datos personales tanto del arrendador como del arrendatario. Es de obligado cumplimiento que así sea. Los datos serán su nombre, apellidos, NIF, domicilio, número de teléfono y correo electrónico. Así como el rol que representan: arrendador o arrendatario.
Intervienen...
Las partes pueden actuar en su propio nombre o ser representados por un tercero en caso de que las circunstancias lo ameriten.
Exponen...
Aquí ambas partes exponen cuál es el objeto del contrato, véase alquilar una vivienda o firmar un contrato de alquiler de habitación. Este último es muy habitual en los modelos de contrato de alquiler a estudiantes.
El arrendador aporta los datos de la vivienda que va a alquilar y de la que es poseedor. En este punto se incluye la dirección, número del catastro, metros cuadrados, perceptivo de eficiencia energética, anexos si los hubiera, etc.
El arrendatario muestra su interés por habitar dicha vivienda y por lo que se celebra el contrato.
Cláusulas
En este apartado queda reflejado el acuerdo al que han llegado ambas partes. Puede tener un gran número de apartados y especificaciones, siempre dentro del marco de la legalidad y de lo que estipula la Ley de Arrendamientos Urbanos. Sin embargo, hay una serie de apartados que son obligatorios y/o recomendables. Son los siguientes:
Duración del contrato. En los contratos inferiores a 5 años, el contrato se prorroga obligatoriamente de manera anual hasta que alcance los 5 años, salvo casos específicos. No es necesario firmar un contrato de renovación del alquiler.
Renta. Establece tanto el monto del alquiler como la forma de pago.
Fianza. La LAU establece que no podrá ser mayor a dos meses de renta.
Destino y conservación. Establece el uso al que será destinado el inmueble (vivienda en este caso) y el compromiso del arrendatario de entregar la vivienda tal y como la encontró.
Inventario
Es muy importante no olvidar este apartado. En él se van a incluir todos los elementos que se encuentran dentro del inmueble así como el estado del mismo. Nos referimos a electrodomésticos, muebles, objetos, etc. Es importante realizar una minuciosa descripción de los elementos de la casa que además incluya fotografías. Este inventario será el documento sobre el que se podrán reclamar los desperfectos ocasionados por el inquilino o las reparaciones que tendrá que llevar a cabo el propietario cuando, por ejemplo, un electrodoméstico se rompa. También de cara a la fianza es importante para que el inquilino pueda exigir la devolución de la misma o el arrendador pueda alegar que tiene que cubrir los desperfectos ocasionados por el arrendatario.
¿Cómo garantizar el pago de la fianza?
La devolución de la fianza está garantizada siempre y cuando el inmueble no haya sufrido daños ocasionados por un mal mantenimiento y/o uso del inquilino.
¿Cuándo puede el arrendador utilizar parte o la totalidad de la fianza?
La fianza como tal es una suma pensada no sólo para subsanar los posibles daños ocasionados en la vivienda, sino también para cubrir rentas impagadas, pagos de suministros que aún no se han hecho efectivos, etc. Es una manera de proteger los intereses del arrendador una vez que se haya extinguido el contrato de arrendamiento.
La ley no establece un plazo límite para la devolución de la fianza, pero sí que estipula que a partir de los 30 días se impondrá un interés sobre la misma. Por eso es importante que el arrendador agilice lo más posible la revisión de la vivienda y de los pagos pendientes antes de proceder a liquidarla.
Aunque no existe un modelo de devolución de la fianza del alquiler por desperfectos, sí existen formas de que el arrendador demuestre los posibles daños causados en la vivienda.
Inventario. Este documento recoge el estado previo del inmueble y forma parte del contrato de arrendamiento.
Anuncio. Suele incluir documentación gráfica con el estado del inmueble. No está de más conservarlo de cara al futuro.
Comunicaciones con el arrendatario. Muy importante especialmente si ha habido siniestros o se han llevado a cabo reparaciones por el uso del inmueble. Especialmente si no se ha notificado.
Estos son algunos de los pasos a seguir a la hora de poner una vivienda en alquiler en el mercado inmobiliario. Aunque existen modelos de contrato tipo, lo mejor es evaluar minuciosamente las particularidades de la vivienda y tener todos los supuestos en consideración. Para asegurarnos de no dejarnos nada y no tener que lamentarlo más tarde, lo mejor es recurrir a una agencia que tenga en consideración todos estos parámetros y que incluya la renta del alquiler garantizada; una de las mayores preocupaciones de los arrendatarios.